Entendiendo los mapas como acciones políticas que permiten entender las dinámicas de un territorio, pero a su vez, asumiendo a la cartografía social como un método que permite la expresión de una comunidad sin imposiciones del lugar en el que habitan. Logramos comprender el papel de los comunicadores en este tipo de experiencias que desdibujan los cánones tradicionales de la forma de relacionamiento de las comunidades con sus territorios, pero también de cómo se crean otras formas de intervención que no dependen de un Estado o una institución para que sea aplicable en el tiempo y el espacio.
Sorprendentemente el contacto con los líderes sociales no fue una tarea fácil, debido a que en las veredas en donde residen algunos no cuentan ni con señal telefónica ni de internet. Por eso decidimos solicitar información a la Alcaldía Municipal para que, a través de las Juntas de Acción Comunal, nos fuera posible contactarlos. Nos entregaron una tabla de Excel con nombre y números de teléfonos desactualizados que jugaron en nuestra contra. Por fortuna Trujillo es pequeño, y los sábados la comunidad rural baja a la cabecera para realizar diligencias médicas y personales. Así nos apalancamos para hacer la invitación a participar del espacio. Conseguimos que se presentara un representante de las veredas La Sonora, Monteloro, Maracaibo y los representantes legales de dos asociaciones de víctimas del municipio, AFAVIT y ASOVITPAZ. Teníamos entonces agendados a seis líderes sociales.
El espacio de cartografía se realizó el sábado 11 de febrero del 2023, en horas de la mañana, en la Institución educativa Julián Trujillo. El espacio brindó privacidad para la toma de audio que deseábamos realizar. Uno de nuestros mayores miedos era que entre los invitados surgieran confrontaciones debido a jerarquías de opinión de los líderes, pues en diversas ocasiones ellos habían compartido espacios de repercusión política o social. Pero felizmente ninguna de estas preocupaciones sucedió.
Así como la línea de tiempo permitía el contraste entre los años en los que se vivió la Masacre de Trujillo y la actualidad, también queríamos emplear este mismo ejercicio en la cartografía. Para ello manipulamos el mapa de la siguiente manera: sobre el pliego de papel bond en el que se imprimió el mapa, ubicamos un pliego de papel mantequilla. El mapa impreso fue utilizado para adentramos en el pasado identificando los puntos de inseguridad, las rutas de los grupos ilegales, entre otros. Sobre el pliego de papel mantequilla, encontramos los puntos de convergencia en el presente.
Sabemos que todas las apuestas para el cambio social planteadas por los líderes sociales y la comunidad comprenden complejos procesos de carácter transformador que permiten la creación de propuestas aplicables en el territorio. Los líderes sociales nos demostraron que la historia de Trujillo se repite en cada muerte justificada a través de las famosas “limpiezas sociales” y en los silencios de las administraciones municipales que buscan publicitar al municipio como un referente turístico del Valle del Cauca – aunque eso implique silenciar la memoria.
